Ilusionadísimo subía con mi buen amigo Antonio Jesús carretera de San Calixto pa´lante. El domingo se echaba Santa María de los Ángeles, para que nos entendamos, Los Rayos. Tanto que había oído nombrar esta finca me hacía mucha ilusión conocerla, siempre me habían hablado de los buenos venaos que se creían en su dehesa, algunos de los que hasta se dejan ver desde la misma carretera.
Paramos en La Saucedilla. Pepillo, perrero de Juan Andrés Parladé estaba cargando los perros, por lo que nos acercamos a echarle una manilla y de paso conocer las perreras. Pepillo "Parladé", como se le conoce en el gremio, me mostró las instalaciones, los cachorros de este año y las camadas de figuras que tenía recién nacidas. También vimos los descendientes de "Chocolate", un atravesao que tiene una planta de cuadro, y que ya lo conocia yo de otras veces que he coincidido con él. La junta era en la entrada de la finca y allí que nos fuimos con tranquilidad, hoy no había prisas, íbamos de acompañantes de Pepillo en su mano, por lo que hasta las 12 o así no saldríamos hacia la suelta.
"Chocolate", atravesao de la rehala de Juan Andrés Parlaé.
En la carretera, los furgones de los perros en fila, allí había material, que diría un amigo: Poco a poco fui saludando a los artistas allí presentes: Sebastián, de la Duquesa de Cardona, José, del Marqués de Contadero, Oscar, que fuera de Curro Vega (q.e.p.d.), Francisco "Melojito", de la Duquesa de Medina de Rioseco, Fernandito, de Gonzalo Morenés, Berenguer, de Juan Fdez de Mesa, Ballesteros, de la que fue de D. Juan García Liñan (q.e.p.d.) y Gabino del Marqués de La Puebla de Cazalla, que también vino desde Piedrabuena.
Suelta de la rehala de Parladé en Los Rayos.
Nuestra mano la componían las rehalas de: Curro Vega (divisa bandera nacional), Marques del Contadero (divisa a franjas azules y rojas), Duquesa de Cardona (divisa marrón con collarín de la cencerra azul) y la de Juan Andrés Parladé (divisa azul y amarilla), casi ná. La suelta, espectacular. Puede parecer muy monótono el comentario acerca de la suelta, pues todas son preciosas, pero creerme, ver los podencos capitaneados por Sebastián salir de la furgoneta en dirección hacia donde él se dirige tocando su caracola, es una maravilla de las que en pocas ocasiones se tiene la oportunidad de presenciar. Pepillo Parladé con sus podencos y cruzaos mostraba una estampa preciosa, lastima que lo seco del pasto enrareciera la imagen.
Bella imagen la de la suelta en Los Rayos.
Al poco, las primeras ladras y sus consiguientes carreras, el cervuno se descargaba hacia la parte mas llana de la finca. Algún venado de buen porte se dejaba ver, majestuoso en su huida, con mucha leña en la cabeza. Que buenas cuernas se crían en aquella dehesa. Cuando quisimos darnos cuenta íbamos prácticamente sin perros, entre las pepas y el marrano que habia cantado Sebastián a nuestra izquierda la simple compañía del alano obligo a parar y esperar para poder continuar con la mano. Un piropo a los perros de Pepillo al paso por alguna postura hacia crecer el pecho de tan buen perrero dándole ánimos en su dura tarea de trastear la mancha.
Una parada dejando hacer a los perros.
Ya quedaba poco para llegar a los manchones del final, donde debían estar encamados los marranos, unas solanillas con muy buena pinta enriscadas en sus altos. "Aquí siempre salen cochinos" me comentaba Pepillo mientras llamaba a sus pupilos, que habían salido tras una chota que saltó de los mismos pies. Al poco la primera ladra de parao, un guarro delante nuestra se enfrenta a los perros. El alano sin pensárselo sale en busca del agarre. No llega a tiempo, ha echado a correr y parece que va directo al puesto que domina el pechete por el que vamos monteando. La montería esta en todo su esplendor.
Estampa del atravesao del Marqués de La Puebla de Cazalla (divisa dorada y azul).
El viento azotaba fuerte, cuesta casi andar por esa zona tan pedregosa que corona los cerretes de nuestra mano. El movimiento de reses no cesa, llega un momento que da la sensación que cada rehala esta "metía en un fregao". Los perros del Marqués de La Puebla de Cazalla, capitaneados por Gabino (divisa dorada y azul), a nuestra derecha, laten un marrano de parada, los de Parladé no dudan y van en busca de la llamada de los atravesaos de Piedrabuena. El agarre es todo un hecho, al principio parece que lo tienen pero el marrano se mueve y como una nube blanca, a lo lejos, se ve la dirección que va tomando el agarre. Avisamos rapido a Gabino, que lejos del lugar de marras, parece que no llega nunca. Pepe "Parladé" anima a Antonio Jesús a que se acerque al agarre, vaya que dañe a alguno de los perros allí enfrascados. Raudo y veloz, llega al agarre, y culmina el lance dando muerte a cuchillo a un navajero de los que "avían" una rehala.
Muy en tipo el podenco de la Duquesa de Cardona (divisa marrón y collarín azul).
Llegando al cerro de la antena, un parón: esperar a que se agrupen las rehalas para coger camino de vuelta. En la espera vemos a Oscar, perrero que fuera de Curro Vega, levantar algún marranete cuando esta topándose con la tela que pone fin a su mano. Nos juntamos con Sebastian y haciendo caso de sus sabias palabras emprendemos camino de vuelta a la suelta, eso si, muy despacito, es el momento de sacar los marranos. Así es, algún marrano mas sale de nuestras narices.
El paso por un puesto nos hace detenernos: saludos, comentarios de la jornada, un bucho de agua y ligeros para las furgonetas que esto está "acabao". Rápido recoge Pepe sus perros y decide llevarlos a la perrera, pues le pilla cerca. Entre tanto contemplo "embobao" como Sebastián toca el caracol llamando a sus perros a la vez que va acollarándolos, que lástima que algo asi se vaya perdiendo. Que estampa mas bonita la de los podencos acollaraos.
Sebastian tocando la caracola, junto a él, sus berrendos acollarados.
Luego, ya en la casa, cada uno contando su batalla. Mi amigo Patricio no tiro su venado grande de cupo, esperándolo, esperándolo nunca llego. Luego se arrepintío de no haber tirado el primero que le entró, ahora, en frio, cría que si era grande. Los cupos tienen su cosa y es difícil acertar. Eche un buen rato con Juan Fdez de Mesa hijo, como no podía ser de otra manera, hablando de perros. Lo que debe alegrar que un hijo siga con la afición de su padre, un día trataré este tema, que no es nada facíl.
Hubo novio, y de la casa. Lucas cobró su primer venao, y un señor venao. Orgulloso acepto su noviazgo, como de costumbre fui cabecilla de las "perrerías" que estoicamente aguanto. Es difícil de explicar la manera en la que lo miraban sus padres. Una mirada de esas que hablan por si solas, mezcla de alegría, emoción, sentimiento,...que día más importante en la vida de un montero. ¡Viva el novio!
Gran montería la que se dio en Los Rayos, de los marranos, uno destaco sobre el resto, lastima que no luciera al no poder abrirle la boca. Venaos, dos primeras filas con mucha calidad. Desde aquí agradecer a Pepillo "Parladé" el que me permitiera pasar el día con el, disfrutar con el montear de sus perros y asi agrandar un poco más esta tremenda afición que tengo por el mundo de la rehala.