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UNA REHALA

UNA REHALA

No hay verdadera montería sin perros. Cuando se montea de verdad, es decir, con todos los elementos que el caso requiere, y entre ellos, y en lugar preeminente, varias rehalas punteras, éstas lo van diciendo todo. Lo van diciendo todo al que sabe escuchar, que no es fácil. Si sabe escuchar, aunque le haya tocado un puesto en que, por mala suerte, no haya tenido vista sobre el terreno, se habrá podido dar perfecta cuenta -siempre y cuando los perros sean de calidad- de todo cuanto ha sucedido en el día. Desde la hora en que se soltó hasta en la que se terminó la batida: de si ha habido interés o no, de si se ha tirado bien o mal, de si la caza ha corrido en dirección que convenía, de si se ha vuelto o de si no ha salido. En fin, de todo se habrá enterado y bien poco será lo que le puedan contar los que han tenido la suerte de presenciar el conjunto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

EL PERRO DE REHALA

EL PERRO DE REHALA

El buen perro de rehala, sea cualquiera su clase, desde el puro podenco envelado y peliduro al de padres desconocidos y tipo inverosímil -que los dos pueden ser de punta-, requiere, entre otras, las siguientes características principales: fuerza, coraje, perseverancia, vientos y dicha. A cuál de ellas mas importantes, y si no las reúne es un perro incompleto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

XIX Feria del Perro de Archidona (Abril-Mayo 2011)


El último fin de semana de Abril del pasado 2011 se celebró en la localidad malagueña de Archidona la decimonovena edición de la Feria del Perro, cita obligada para todo buen aficionado al mundo de perro y en especial al del podenco. Son varias ya l
as primaveras que llevo asistiendo a este clásico evento perruno organizado en la falda de la Sierra de Gracia. Aun encontrándome de retiro en la playa, sí, en la playa a principios de Mayo que es cuando a mí me gusta ir, me acerque por allí el día grande, el de las rehalas.

Cartel de la feria de Archidona 2011.

Este año el cartel lo protagonizaba un precioso ejemplar de sabueso español. Sus orejas largas y acampanadas, así como su mirada dulce pero melancólica delataban la pureza de este bello animal. Fuerte, rural, auténtico, con cabeza perfecta y de reluciente capa berrenda provocó que más de uno se detuviera a contemplar embobado la belleza del galán orejón.

El cielo encapotado durante todo el día deslució la jornada del domingo.

Mucho se chismorreo acerca de la feria las semanas previas. La lluvia y la recurrida excusa de la crisis fueron la comidilla del entorno que rodeo al evento. Lo primero medio se portó y aguantó la mayor parte de la mañana del domingo (día en que yo asistí, insisto). El tema de la crisis, lo nota quien quiere porque yo personalmente vi un gran número de asistentes y muchos más stands que otros años. Ahora bien, que Archidona este cogiendo la verea que está tomando y que lo que era una feria de perros se convierta en otra cosa ya es otro cantar.

La asistencia de público no defraudo a pesar de los continuos chaparrones.

Uno, personalmente se fija en lo que le gusta. En mi caso voy directo al laderón de pinos y eucaliptos, en busca de los podencos grandes de las rehalas con sus collares y collarines de las cencerras relucientes. Allí, encontré rehalas de la Asociación de Rehalas de Córdoba, de la Asociación de Rehalas de Posadas y varias oriundas de la provincia de Málaga. Rápido pase a saludar y más rápido aun estaban ya todas vistas, pues además de ser todas conocidas eran muchas menos que otros años. Desgraciadamente en este sentido Archidona va de mal en peor, cada años son menos las rehalas que se juntan allí.

La Asociación de rehalas de Posadas (Córdoba) estuvo representada por menos rehalas que otros años.

La desilusión es grande, y es que da mucha rabia recordar como casi se amontonaban los perros en ferias anteriores y aquel domingo de Mayo la ladera se veía desangelada y con sitios vacíos. Por allí estaban rehalas como la de D. Rafael Borland (divisa negra sobre fondo azul y collarín de la cencerra amarilla), la de D. Joaquín Vadillo (divisa a franjas grises y rojas y collarín de la cencerra verde), la de D. Antonio Ángel Marín (divisa collar y collarín de la cencerra azul), la de D. Juan Corral (divisa collar azul y collarín de la cencerra rojo), la de Antonio Peña (divisa collar y collarín de la cencerra morado), la de D. Francisco Moro (collar y collarín de la cencerra verde oscuro), la de D. Juan Gómez (divisa collar y collarín de la cencerra rojo), la de El Mandria (divisa azul), la rehala de La Muerte de Cayetano (divisa verde) y alguna otra de la zona que no recuerdo.

La rehala de D. Antonio Ángel Marín se despidió de Archidona antes de su desaparición el verano pasado.

Lo encapotado del día, la intermitente lluvia y la gran afluencia de vehículos provocó que se vieran aparcamientos inverosímiles en los olivares que anteceden al recinto ferial. Las carpas habilitadas para resguardar los stands y las distintas actividades se llenaron hasta la bandera, sobre todo cuando la lluvia hacia acto de presencia. Esas jaulas dispuestas para el mercadeo de cachorros o la compra venta de variopintos ejemplares de distintas razas y tallas se veían más despejadas que en ocasiones anteriores.

Los vistosos y parejos podencos de D. Joaquín Vadillo fueron fieles a la cita en tierras malagueñas.

Los comentarios del personal con el que me fui cruzando delataban la añoranza por lo que fue. Unos se acordaban de lo familiar de una feria en la que cada uno llevaba sus cachorros y los vendía como buenamente podía sin más trabas que cerrar un buen trato con un buen aficionado, otros recordaban esas preciosas rehalas de podencos parejos que tanto lucían acollaradas por las calles del pueblo y alguno echaba en falta esos podenquetes de conejos que tanta fama habían dado a esta feria.

Las rehalas de El Mandria y de la Muerte tampoco faltaron un año más a la concentración de rehalas de Archidona.

Si, la feria como tal ha crecido, pero organización, instituciones, patrocinadores y demás responsables del evento han ido dejando a un lado lo que en su día fue la esencia de Archidona. Ferias de caza hay muchas y la de este municipio tenía un algo que la hacía destacar, desgraciadamente ese algo poco a poco se va apagando. Esperemos que se replanten las cosas para que el barco no se hunda.

Archidona es una gran feria y no debe descuidarse olvidando lo que la hizo famosa: el perro.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Resignados a perder el contacto


Con la última montería de la temporada se baja el telón de cinco meses de intensas jornadas de campo entre aficionados y compañeros de monte. Esa postrera mancha dará paso a un larguísimo parón en el que sin dejar a un lado el monte y los perros se hace caso a otras aficiones secundarias que ayudan a hacer más fácil el paso de la bonita primavera y el duro verano.

Joaquín llamando a sus borlanes al final de montear.

Cualquier excusa es buena para juntarnos. Es lógico que haya que atender otros menesteres descuidados durante la temporada montera pero nos resistimos a distanciarnos, a perder el trato o a tener que esperar cerca de ocho meses para volver a vernos. Cada uno tiene sus obligaciones pero gusta marcar fechas en el calendario para algún enreo que nos permita ponernos al día y charlar de lo que más nos gusta: el campo y los perros.

Manolín Centella de recogida junto a los atravesaos de Garnica.

La idea de juntarnos en una casa rural de la Sierra de Cardeña y Montoro a principios de Abril la acogimos con los brazos abiertos. Lástima que no todos pudiéramos ir, que algunos tuvieran otros quehaceres que atender pero los que finalmente nos animamos disfrutamos de un par de días bastante completitos. Repasamos la temporada finalizada, descubrimos nuestros proyectos y/o ilusiones, intercambiamos opiniones de perros y rehalas, bromeamos, reímos y nos dimos un homenaje culinario de padre y muy señor mío.

La cuadrilla de la Venta el Charco: Ángel, Berni, Antoñín, Ricardín, Nico y yo (falta Tolo que hizo la foto).

El buen ambiente reino como era de esperar y la confianza aumento entre un grupo tan dispar como igualón. El hecho de mantener y aumentar la relación con gente con la que tendrás que lidiar más de una penuria en mitad de la sierra nunca está de más. Se simplifica todo mucho cuando el hilo que nos une es más fuerte que el creado por el monte y la caza, que ya es fuerte de por sí.

Gran fin de semana el que pasamos en la Venta del Charco.

También nos vimos en una jornada tan completa como la comida que organiza el bueno de Rafa Ruiz con la excusa de juntarnos los miembros del foro de su peleona y perpetua, gracias a Dios, revista Cazadores. En ella, un amplio grupo de aficionados de todas las edades nos citamos en el Complejo El Molino, entre Almodóvar del Río y Villarrubia. Tercer año que se celebra y nuevo éxito de asistencia.

Magnífico el poder de convocatoria de la revista Cazadores.

Hubo tirada de palomos, tirada al plato, de comer nos pusimos hasta las manillas (de beber casi igual), toreamos, o al menos lo intentamos, unas pocas de vaquillas, se rifaron un buen numero de regalos, el flamenquito sonó y el ambiente que reino allá por la urbanización Las Cuevas fue sensacional.

D. Miguel Feijoo: Genio y figura hasta la sepultura.

Vinieron aficionados de distintos puntos de nuestra patria como D. Agustín Sánchez que vino desde Salamanca o D. Miguel Feijoo y Bea que vinieron desde Madrid. Alguna amiga charra faltó y otros muchos cordobeses tampoco pudieron venir por diversos motivos, esperemos que el año que viene repitamos todos y además vengan los que faltaron en el que fue el III Encuentro del Foro de la revista Cazadores.

Pepe Chanquet fue el agraciado con mi aportación a la rifa, la foto ya mítica de Pepillo Parladé con los perros acollarados.

Así es como después de echar el cerrojo de la temporada montera 2010/11 fuimos concienciándonos que hasta que llegaran las ferias y concentraciones de rehalas debíamos aparcar un tanto de esta bendita forma de vida que tanto nos gusta. En el horizonte, el visor puesto en Archidona, Robledo de Chavela, Villaviciosa de Córdoba, Almodóvar del Río, Ciudad Real, Santa María del Berrocal, Villarrubia y Córdoba. Casi , que diría un castizo.

La vista fija, como Tarzán en la imagen, en las ferias y concentraciones venideras.