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UNA REHALA

UNA REHALA

No hay verdadera montería sin perros. Cuando se montea de verdad, es decir, con todos los elementos que el caso requiere, y entre ellos, y en lugar preeminente, varias rehalas punteras, éstas lo van diciendo todo. Lo van diciendo todo al que sabe escuchar, que no es fácil. Si sabe escuchar, aunque le haya tocado un puesto en que, por mala suerte, no haya tenido vista sobre el terreno, se habrá podido dar perfecta cuenta -siempre y cuando los perros sean de calidad- de todo cuanto ha sucedido en el día. Desde la hora en que se soltó hasta en la que se terminó la batida: de si ha habido interés o no, de si se ha tirado bien o mal, de si la caza ha corrido en dirección que convenía, de si se ha vuelto o de si no ha salido. En fin, de todo se habrá enterado y bien poco será lo que le puedan contar los que han tenido la suerte de presenciar el conjunto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

EL PERRO DE REHALA

EL PERRO DE REHALA

El buen perro de rehala, sea cualquiera su clase, desde el puro podenco envelado y peliduro al de padres desconocidos y tipo inverosímil -que los dos pueden ser de punta-, requiere, entre otras, las siguientes características principales: fuerza, coraje, perseverancia, vientos y dicha. A cuál de ellas mas importantes, y si no las reúne es un perro incompleto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

viernes, 29 de octubre de 2010

Mezquetillas de Calvo (Hornachuelos, Córdoba)


Se echaba una de las manchas de esta imponente finca de la Sierra de Hornachuelos, concretamente la conocida como Cañada de la Monjas del Olivar del Mezquetillas. Mancha abierta situada en las proximidades del añejo caserío de la finca. Después de varios años asistiendo a la parte del interior de la tela, en esta ocasión mantearíamos en lo abierto. Más incertidumbre, más sorpresas, en definitiva: todo más auténtico.

Momento del desayuno en Mezquetillas de Calvo.
Siempre se agradece conocer nuevas manchas, y más por esta zona en la que abundan, siendo destacada su tremenda belleza. Ir a Mezquetillas, a cualquiera de las distintas fincas que con el mismo nombre, pero distinto apellido, existen en Hornachuelos, es sinónimo de ilusión. Precisamente, esa que nos proporciona saber que podemos hacernos con un buen marrano o cobrar un fantástico venao de esos que sorprenden a los propios guardas de las fincas.

Momento del sorteo en Mezquetillas de Calvo.
Aun con el calor reinando, la cita a primera hora de la mañana fue en el llano que antecede al cortijo. Algún conocido de las monterías de la zona, propietarios de coto y dueños de rehala conformaban el plantel. Café, rebaná de pan frito y palomita de anís Castellana: Ya estaba uno preparado para el sorteo. Antes del rezo me dio tiempo de acercarme a saludar a los perreros, arrieros y revisar algunas de las rehalas convocadas.
En Mezquetillas, como en toda la Sierra de Hornachuelos, el rezo tuvo un sabor especial.
En su mayoría, rehalas de la Sierra Norte de Sevilla y de la provincia de Huelva. Mucho paternero en los camiones y remolques, y es que gusta mucho este tipo de perro en estas zonas de las sierras onubenses y sevillanas. Pude distinguir entre las rehalas las de D. Alfredo Erquicia (divisa bandera nacional), D. Matías Moreno (divisa azul y roja) y D. José Antonio Ovelar (divisa roja), entre otras.
Paterneros de la rehala de D. Matías Moreno (divisa azul y roja).
Nos tocó en traviesa, concretamente en la de Los Pinos. Un carril muy quebrado hacia de frontera entre una zona sucia de pinos y una tremenda hoya cerrada con espesa y frondosa vegetación. El tiradero complicado, sin opción al despiste y peliagudo para los primeros días en que uno aun no esta muy fino. Había que estar muy pendiente del carril, pues su salto era la única opción que nos daba el puesto.

Nuestro puesto: Número 1 de la Traviesa de los Pinos.
Tardaron en soltar los perros. Algún tiro se escuchó pero esperaba que la suelta moviese más cervuno, cosa que no ocurrió. No fue hasta la llegada de los primeros perros cuando sentimos alguna corrida de cervuno que por los pinos se alejaba de nuestra postura. Un venao, al que a penas pude intuirle los cuernos se movió entre la maleza. Los perros tardaron en dar con el, pero finalmente consiguieron sacarlo de la espesura. Ni nuestro vecino del número dos, Patricio Ybarra, ni nosotros en el uno pudimos tirarlo.
Vista de parte del puesto en la Traviesa de los Pinos.
Con los perreros dándonos cara, una ladra de marrano devolvió la atención tanto a mi padre como a mí. Una cochina plantaba cara a los valientes paterninos, siendo finalmente abatida en unos de los puestos de cierre con la casa. Aquello estaba apunto de acabar y la vuelta de las rehalas por nuestra carril así lo delataba. Los comentarios de perreros y guías confirmaban el escaso movimiento que había tenido la mancha, alguno encontró sospechosos restos de trapos y balletas, signo de un lamentable chanteo.
Los perros dando cara en nuestra postura.
En la agradable explanada frente al cortijo, un refrigerio y un rico tapeo ayudo a quitar el mal sabor de boca (y la cara de tonto) que se le queda a uno tras haber sufrido las descaradas y vergonzosas consecuencia de un cobarde chanteo. Es triste que aun sigan ocurriendo hechos de este tipo.

El resultado final, sin llegar a las veinte reses, dejo como triunfador a José Joaquín, que abatió un magnifico cochino con una desproporcionada y curiosa navaja. Contento poso junto a su padre y demás amigos en el patio de Mezquetillas. Otra temporada más que se esfuma sin mucha fortuna, en lo que a marranos se refiere en una de mis zonas favoritas de la Sierra de Hornachuelos.

José Joaquín y su padre junto al tremendo marrano cobrado en Mezquetillas.

jueves, 28 de octubre de 2010

PERSONAJES CASTIZOS CORDOBESES EN EL MUNDO DE LA MONTERÍA

No había hecho más que comenzar la presente temporada cuando el bueno de Aguayo nos regaló esta maravilla en forma de charla. El lugar, la Ermita de la Candelaria, una antigua ermita del S. XVIII propiedad de la Fundación Bodegas Campos. Un rinconcito con mucho encanto situado en el barrio cordobés de la Axerquia.

Mariano Aguayo durante la charla en la Ermita de la Candelaria.

Las casualidades de la vida, aun siendo entre semana me pude escapar de Ciudad Real, y es que al día siguiente monteaba en Mezquetillas, volviéndome a Córdoba la tarde de antes, día de celebración de la charla. Así aproveché y no falte a la invitación de Mariano.

Todo un personaje de la montería en Córdoba, Eduardo Sotomayor.

Cariñoso fue el repaso que hizo de aquellos personajes castizos protagonistas de una curiosa y mítica época montera en Córdoba. Muchas anécdotas e historietas nos relató Mariano de esta gente de otro tiempo, como siempre con su genial palabra.

Fotos con sabor añejo ayudaron a Mariano en su charla.

Las fotos añejas de las que se ayudo Aguayo fueron una maravilla, pronto podremos disfrutar de esas, y muchísimas otras gracias a su próxima obra literaria de esperada publicación. La lista de personajes que salieron a la palestra fue tremenda, entre ellos: Guerrita, Juanito Barasona, Eduardo Sotomayor, Machaquito, El Cordobés, Calvo de León, Juan García Liñan, el Marques del Mérito,...en fin todos personajes castizos protagonistas en la historia de la montería cordobesa.

La eterna sonrisa de García Liñan fue recordada por Aguayo.

Enormemente agradecidos debemos estar a Mariano Aguayo pues gracias a su trabajo e investigación no se esta perdiendo ni olvidando el rico pasado montero de un ciudad tan ligada a la sierra y la caza como lo es Córdoba.

Aficionados y familiares completaron el aforo de la Ermita de la Candelaria.

lunes, 25 de octubre de 2010

Pistoletazo de salida entre amigos.


Desde hace ya varios años, el primer día de temporada, es el elegido para echar este manchón al que tanto cariño le tenemos. Aquello es muy chiquitito pero es raro que no salga algún marranete, incluso, si se hacen las cosas bien, algo de cervuno aguanta en la mancha hasta el momento de soltar los perros.
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Poquitos puestos y todos buenos amigos.

La cita por la mañana es rápida y ágil, únicamente reunirnos para salir lo más rápido posible, indicar a cada uno su postor y rezar. Siempre las mismas caras, todos buenos amigos dispuestos a pasar un buen día de montería, si ya somos capaces de poner patas arriba algún bicho: Miel sobre hojuelas.
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Alfonso, Pepillo, Faillo, Grego, Paloma y Alejandra antes de salir las armadas.

Fieles, pudiendo montear este primer día en manchas mucho mejores, siempre dos rehalas de confianza: D. Pedro Mohedano y Los Chalecos de Adamuz. Es un detalle que sigan acudiendo leales y tan dispuestos año tras año a nuestra pichivata. Como de costumbre, entraría a montear junto a ambos, sirviendo así de guía y manteniendo en todo momento informado al personal del discurrir de nuestro trasteo, al paso por los puestos.

Los Chalecos junto a Mohedano antes de soltar.

Una vez cerrada la mancha, una simple llamada al móvil nos puso en movimiento. Desde el lugar de la junta tardamos poco en aparcar los dos furgones en el lugar de la suelta. Tras cambiarnos y organizar las manos, llegó el momento con el que uno lleva soñando desde muchos días antes: La primera suelta de la temporada. La mano alta para Los Chalecos y por bajo Mohedano junto a sus podencos finos.

Divisa a franjas rojas y blancas, rehala de Los Chalecos de Adamuz (Córdoba).

Tardó poco en sentirse la primera ladra, los perros de Los Chalecos en la parte alta de la solana habían levantado la primera res. Los ánimos de José a sus perros sonaban como música celestial para los que soñamos con esas melodías todo el año. Poco tardaron los podencos de Mohedano en dar con un marrano que valiente aguantó la huida hasta tener encima prácticamente la rehala al completo, instante en que emprendió su marcha hacia los pasos de traviesa.

Bonita imagen de la suelta de Mohedano.

Sin tiempo para comentar el lance con mis compañeros, una nueva ladra viene directa hacia nosotros. Entre las jaras consigo distinguir un marrano que ágil huye hacia el cierre donde se encuentra Faillo, al que aviso la corrida del cochino mientras animo a los valientes de collar de cuero propiedad de D. Pedro Mohedano. Los disparos no tardan en sentirse.

Instantánea de la suelta de la rehala de Los Chalecos.

Los jai jai de los perros de ambas rehalas se van sucediendo sin pausa. Las detonaciones se sienten y los comentarios entre los que vamos trasteando el monte delatan la alegría por haber pillado los marranos encamados en la mancha. No tardo en ponerme en contacto con algunos de los puestos, comunicándoles la que se estaba liando. Contento, animo a mis compañeros de faena a seguir haciendo bien las cosas.

Mohedano revisando sus valientes tras el agarre.

Todo muy despacio, esperando que vuelvan los perros después de cada ladra, aquello es muy chico y no podemos dejarnos atrás el más mínimo recodo de monte. Son muchas las veces que nos detenemos y esperamos, no hay prisa alguna, y así es como se montea de verdad. De esta manera vamos avanzando mientras disfrutamos de una jornada memorable, pocos sabemos lo complicado que es y no queremos dejar de disfrutar ni un instante de la jornada.

Un corto parón en el agua para que se refresquen los perros y andando a continuar monteando.

Al llegar al agua, parón para juntarnos las dos rehalas de nuevo, llamar perros y continuar hasta el pico de la linde, todavía quedaba mucho que andar. Por los puestos que pasamos habían tirado con distinta fortuna, se estaban divirtiendo de lo lindo con tanta ladra. Llegando al puesto de las piedras, un marrano se arranca con los perros detrás. Pepillo, rápido juega el lance en unos de los puestos más bonitos de la mancha. El cochino herido es cogido por los perros de Los Chalecos, indicándoselo al pasar de vuelta por un servidor. Alegría tremenda la de Pepillo, era su primer cochino y para más inri en casa de su primo.

Javi, acompañado en el puesto por Alejandra y Carmen, no tuvo fortuna.

Álvaro sale de su puesto cuando paso cerca, viene en mi búsqueda. No tiene que decirme nada, simplemente un sincero abrazo de dos amigos que saben como nadie el significado y la complejidad de lo que estábamos viviendo en ese dia que ya nunca olvidaremos. Es el resultado del trabajo bien hecho y de una tremenda ilusión por superar año tras año lo conseguido.

Rematando en el puesto de Alvarito.

Al paso por el puesto de Cristóbal, damos con una marrana que abate certeramente. Ya solo queda juntarnos de nuevo con Los Chalecos en el puesto de Alfonsito y andar para atrás. Quedaba volver y aun podía salir algún marrano más, como así fue. Rematando al final, una nueva ladra se vuelve, los perros de Mohedano, de manera sensacional la siguen todo lo largo de la solana haciendo hilo. Que espectáculo esa ladra eterna hasta que entra en un puesto, desgraciadamente que poco se ve ya hoy día en que las ladras duran pocos metros y los perros vuelven al redil de su perrero. El marrano lo cobra Álvaro, resarciéndose del que se le fue con anterioridad.

Camino de la suelta después de un día memorable.

Llegando al cortafuegos de la linde, una collera de triunfadores: Faillo y Alvarito. El primero se quedó sin balas después de abatir cinco marranos, viéndose obligado a ir a por Alvarito al puesto de al lado para que ocupara su postura, cobrando este dos cochinos más. Vaya día habían echado entre uno y otro, difícilmente lo podrán olvidar.

Más que nunca: Foto para el recuerdo.

Prácticamente tiraron todos los puestos, se cobraron quince cochinos y un bonito venao. Un día de los que difícilmente se volverán a repetir y es que un estreno como el de esta temporada era difícil de preveer aun habiéndose hecho tan bien las cosas desde tiempo atrás. Los que sabemos lo complicado del logro, lo valoramos y somos conscientes de haber disfrutado de una jornada inolvidable. La felicitación desde aquí a mi gran amigo Álvaro y dar la enhorabuena a D. Pedro Mohedano y a Los Chalecos por el, desgraciadamente poco valorado por la mayoría (afortunadamente alguno se dio cuenta de su labor y lo comentaron), trabajo y buen hacer con sus valientes.

Pepillo aguantó su noviazgo estoicamente. ¡Viva el novio!

Pepillo no se libro del noviazgo, lo disfrutó y fue como tiene que ser: En familia y con amigos. Ni que decir tiene que un día así se merecía una gran celebración, y como no podía ser de otra manera el flamenco, la guitarra y las risas se sintieron en la sierra hasta bien entrada la madrugada. Días como estos pocos, pero afortunadamente aun quedan y son los que hacen avivar nuestra tremenda afición por la verdadera montería.

Posando junto al nuevo montero. Enhorabuena Pepillo.

viernes, 22 de octubre de 2010

Temporada 2010/2011. Comienza el baile.

Ya esta aquí señores, ya ha comenzado la temporada 2010/11 en lo que se refiere a la mayor, ya esta aquí nuestra forma de vivir: la montería. Después del largo parón estival y de un merecido descanso a la trasteada sierra, llega el momento de volver a montear. Llego la hora de sacar la pana y la villela, engrasar el añejo cuero, limpiar los olvidados rifles y desempolvar los trastos de "torear", y es que amigos: Comienza el baile.


José, rehala La Mota, soltando la pasada temporada.

Las perreras quedaran libres, llega el momento de la verdad. Es el examen de todo un periodo de cría, selección, doma y entrenamiento para perros. Estos primeros días servirán para ver los que, a pesar de las trabas y dificultades, han sido capaces de mirar por sus valientes y tenerlos preparados para los primeros esfuerzos de la temporada, sin importarles los que legislan sin conocimiento y en contra de ese famoso e irónico "bienestar animal".

Las perreras solas. Es tiempo de montear.

Muchas tardes, con ilusión, uno ha ido sintiendo esos toques maestros de caracola en las perreras cordobesas de las afueras de la capital. Los collares, pintados y limpios, esperan volver a acompañar esas cadenas solitarias en los cuellos de los bravos perros de rehala. La cencerra y su música celestial regresaran a los jarales serreños.

Los collares preparados para lucir en el cuello de los vadillos.

Los canes lo sienten, saben que se aproxima el gran día de volver a latir las reses hasta los puestos monteros. Nerviosos, han recibido el negro tinte del hierro de la casa en su costillar, costillar ya marcado por el obligado régimen previo al duro esfuerzo físico de cada jornada venidera. Deseosos están de mostrar a quien pertenecen mientras meten la caza en los puestos.

Los borlanes luciendo su hierro recién puesto.

Desde aquí desearos una gran temporada montera a todos los lectores de mi blog REHALA. Animaros a interesaros por rehalas, perreros, dueños de rehala y perros, que no debéis olvidar, son la esencia de nuestra montería, pues sin ellos no existiría esta como tal. Valorar su trabajo y fijaros en la divisa del valiente que os mete el marrano en la postura, pues a su dueño le llenara de orgullo conocer que te ha hecho disfrutar de un lance inolvidable.

Compañeros, esto ha empezado ya.

jueves, 21 de octubre de 2010

XIX Concentración de la Asociación de Rehalas de Córdoba (INTERCAZA 2010)

Como desde hace diecinueve años, la Asociación de Rehala de Córdoba organizó su gran día, el de la celebración de su ya clásica concentración de rehalas. A largo de estos casi veinte años, los miembros de la Asociación han ido exponiendo sus perros por distintos puntos de la capital cordobesa, como por ejemplo el recinto ferial El Arenal, en los céntricos Jardines de Colón o en los aledaños del recinto ferial de IFECO, en el marco de INTERCAZA.
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Este año, los protagonistas del cartel del evento fueron los vadillos.

Muchos sabéis lo a favor que estoy de este tipo de exhibiciones, exposiciones, concentraciones o como las quieran denominar. Son muchas las razones por las que veo un acierto la celebración, por parte de entidades, asociaciones, ayuntamientos o simplemente amigos, de este tipo de eventos. Tienen mucho de positivo, ayudan a recordar la gran cantidad de personas que son aficionadas al perro de rehala y lo sano de esta forma de vida entorno al mejor amigo del hombre.

Los aparcamientos se llenaron con las furgonetas de las veintitrés rehalas presentes.

Se hace grupo, se estrechan lazos, se conoce a gente nueva con la misma afición, se intercambian opiniones, facilitan la doma, ayudan a mejorar el tipo y el comportamiento de los perros. Desde muchos puntos de España asisten aficionados deseosos de poder ver los impresionantes podencos cordobeses que forman parte de muchas de las rehalas de la Asociación, pero no todo es podenco. Los atravesaos, alanos o sabuesos (que también hay defensores de los orejones por el sur de España) de las rehalas de la Asociación también tienen unas hechuras magnificas.

Por delante de las jaulas no paró de pasar gente en toda la mañana.

La asistencia de público fue todo un éxito, por los pasillos que rodeaban las jaulas pasaron muchísimas personas. Fue un día de volver a saludar a dueños de rehala, perreros y gente del perro que desde la temporada pasada no tenia la ocasión de ver. Mucha ilusión en las nuevas camadas, ganas de que llegue la primera suelta y un enfado general por la inexplicable situación por la que están pasando los campeos, fue el sentir general.

Magnifico el ambiente que reino en el día grande de la Asociación de Rehalas de Córdoba.

Se juntaron un total de veinticuatro rehalas distribuidas en tres filas paralelas de jaulas convenientemente montadas, con sus frescas carpas y sus trabajados carteles identificativos. Entre las grandes ausencias, la rehala de La Alhondiguilla, fue una lastima no poder contemplar una rehala tan bella y completa como la de collares y collarines de la cencerra verde claro que tan bien cuidada tiene Gitanillo, su perrero.

Como de costumbre, no se descuidó el cartel de identificación de cada rehala.

Las rehalas presentes y sus divisas fueron las siguientes:

- Rehala propiedad de D. Jesús Bernier (divisa collar amarillo y collarín de la cencerra amarillo).

Podencos rubios y canelas conforman la rehala de Bernier.

- Rehala propiedad de D. Santiago del Moral (divisa a franjas rojigualdas).

Podenco de la rehala de D. Santiago del Moral.

- Rehala propiedad de Dña. María del Carmen Prieto (divisa roja y negra).

Gran afición atesora Javi, perrero de Dña. María del Carmen Prieto.

- Rehala propiedad de D. Juan Fernández de Mesa (divisa naranja y azul).

Berenguer, perrero de Fdez de Mesa, con sus valientes.

- Rehala propiedad de D. Antonio Navajas (divisa roja).

Preciosa la estampa del podenco de Navajas.

- Rehala propiedad de D. Antonio Peña (divisa collar morado y collarín de la cencerra morado).

Berrendo de la rehala de D. Antonio Peña.

- Rehala propiedad de D. Ricardo Torres (divisa collar verde y collarín de la cencerra naranja).

Torres y su perrero, Pepe "El Indio", una collera con sabor en la sierra de Córdoba.

- Rehala propiedad de D. Vicente Merino (divisa collar rojo y collarín de la cencerra rojo).

D. Vicente Merino posando junto a su perrero Juan Francisco y sus podencos berrendos.

- Rehala propiedad de D. Antonio López Fernández (divisa amarilla).

Perros de la rehala de D. Antonio López, "El Alemán".

- Rehala propiedad de D. Luis de la Torre (divisa collar rojo y goma verde).

Bonita estampa del canela de D. Luis de la Torre.

- Rehala propiedad de D. Julián Contreras (divisa a franjas verdes y amarillas).

Podenco de la rehala de Contreras de Villaviciosa de Córdoba.

- Rehala propiedad de D. Antonio Urbano (divisa collar a franjas negras y naranjas y collarín de la cencerra naranja).

Son mayoría los atravesaos en la rehala de Urbano.

- Rehala propiedad de D. José Mª Sanz (divisa collar bandera nacional y collarín de la cencerra bandera nacional).

Rehala de D. José María Sanz Parejo.

- Rehala propiedad de D. Juan Corral (divisa collar azul y collarín de la cencerra naranja).

Berrendo fino de la rehala de D. Juan Corral.

- Rehala propiedad de D. Juan de Dios Pliego (divisa collar verde y collarín de la cencerra amarillo).

Podenco de la rehala de Pliego.

- Rehala San Rafael, propiedad de D. Antonio Aguilera y D. Rafael Aranda (divisa bandera nacional).

Aguilera y Aranda, propietarios de la rehala San Rafael.

- Rehala propiedad de D. Manuel Suárez (divisa collar a franjas amarillas, rojas y verdes, y collarín de la cencerra morado).

Bonita homogeneidad la que presenta la rehala de Suárez.

- Rehala propiedad de D. Pedro Gómez Carmona (divisa collar amarillo y collarín de la cencerra azul).

Collar amarillo y collarín de la cencerra azul, podenco propiedad de Gómez Carmona.

- Rehala propiedad de D. Antonio Ángel Marín (divisa collar azul y collarín de la cencerra azul).

Rehala de D. Antonio Ángel Marín.

- Rehala propiedad de D. Juan Agredano (divisa collar verde y collarín de la cencerra rojo).

D. Juan Agredano "Juanillón" junto a su rehala.

- Rehala propiedad de D. Rafael Borland (divisa collar negro sobre fondo azul y collarín de la cencerra amarillo).

Joaquin Borland y Nico Priego junto a los borlanes.

- Rehala propiedad de D. Joaquín Vadillo (divisa collar a franjas grises y rojas, y collarín de la cencerra verde).

Ricardín y Gabriel observando sus queridos vadillos.

- Rehala propiedad de D. Antonio Molina Becerra (divisa collar rojo y collarín de la cencerra verde).

Orejones de Becerra, no solo por los castañares de Bejar gusta este tipo de perro.