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UNA REHALA

UNA REHALA

No hay verdadera montería sin perros. Cuando se montea de verdad, es decir, con todos los elementos que el caso requiere, y entre ellos, y en lugar preeminente, varias rehalas punteras, éstas lo van diciendo todo. Lo van diciendo todo al que sabe escuchar, que no es fácil. Si sabe escuchar, aunque le haya tocado un puesto en que, por mala suerte, no haya tenido vista sobre el terreno, se habrá podido dar perfecta cuenta -siempre y cuando los perros sean de calidad- de todo cuanto ha sucedido en el día. Desde la hora en que se soltó hasta en la que se terminó la batida: de si ha habido interés o no, de si se ha tirado bien o mal, de si la caza ha corrido en dirección que convenía, de si se ha vuelto o de si no ha salido. En fin, de todo se habrá enterado y bien poco será lo que le puedan contar los que han tenido la suerte de presenciar el conjunto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

EL PERRO DE REHALA

EL PERRO DE REHALA

El buen perro de rehala, sea cualquiera su clase, desde el puro podenco envelado y peliduro al de padres desconocidos y tipo inverosímil -que los dos pueden ser de punta-, requiere, entre otras, las siguientes características principales: fuerza, coraje, perseverancia, vientos y dicha. A cuál de ellas mas importantes, y si no las reúne es un perro incompleto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

viernes, 12 de marzo de 2010

El Cari, un maquina

Se lo comenté a Alvarito Barba a primeros de temporada. Tenía pensado echar un día con sus perros, los que fueron de Juan Beigbeder, Jubel (q.e.p.d.). Ahora propiedad de su padre, Calixto, y Rafa Muñoz. Me apetecía entrar monteando junto a un gran perrero, Juani, y disfrutar viéndolos trabajar entre jaras y lentiscos, en alguna de nuestras manchas cordobesas. Ciertamente me atraía un día con ellos, porque esta rehala anda mucho.

Pero no ha podido ser, la 2009/10 no ha dado más de sí. Es esta una de las muchas rehalas con las que acabada la temporada me quedo, otro año más, con ganas de acompañar y así poder ver trabajar y admirar su buen hacer en la sierra. ¡Cuántas asignaturas pendientes para el próximo curso venatorio!

Rehala de Calixto Barba y Rafa Muñoz, divisa azul y collarín de la cencerra amarillo.

Un amigo y magnifico fotógrafo, Alfonso Roldán, tuvo la suerte de acompañar a Juani este año en Las Erillas. Colaborador de la revista Cazadores y crack de la fotografía, a Alfonso no le importa armarse de valor más de un día y con su equipo a la espalda tronchar monte junto a perros y perreros en busca de una imagen espectacular. Buen tipo, Alfonso.

Las cadenas de casualidades son así, y me explico. Un buen día, charlando con Alvarito Barba de como tenía el fin de semana de monterías, le volví a comentar lo de entrar con Juani. Me animó e insistió en que debía estar muy atento a un perro llamado El Cari. Según me comentaba orgulloso, era capaz de echar una pepa al suelo, pues fuerte y ágil se lanzaba directo al pescuezo. Eso no me lo podía perder, pensé.

En Los Cabezos tuve la oportunidad de disfrutar viendo montear a los de Calixto Barba y Rafa Muñoz.

En Los Cabezos, casi finiquitando la temporada, Calixto me habló de una fotografía. La calificaba de única, como así lo es. En ella, uno de sus perros, inconfundible por su divisa azul con collarín de la cencerra amarilla, en un tremendo escorzo se lanza mordiendo el brazuelo de una chota que en su huida salta elevándose tres metros. En fin, maravillosa y complicadísima de captar. Qué fino estuvo Alfonso en Las Erillas, mancha donde la tomó.

Al poco y por medio de esas ondas del "radio macuto" que tiene el monte, y por la que todo se sabe, llega a mí la triste y lamentable noticia de que a Calixto Barba y a Rafa Muñoz le han asesinado un perro monteando. Que aun sigan pasando estas cosas, me parece increíble. Desgraciadamente son varios los valientes que nos han dejado durante la temporada de ésta denunciable forma.

Al tiempo, e intentando hacerme con tan preciada imagen, me entero que el protagonista de la foto, un valiente blanco como una patena, había sido el protagonista de tan terrible desgracia. Un disparo asesino, que no montero, se había llevado a El Cari. Lamentablemente un negro final para el, que como sus compañeros en perreras y sueltas, nos levantan, persiguen y laten marranos y venaos para nuestro disfrute desde las posturas.

El Cari no podrá hacer más de las suyas. Impresionante la imagen tomada por Alfonso Roldán.

2 comentarios:

  1. Hola Rorry decirte que a los amigos o cuñados Rafa y Calixto pues ademas de tener buenos perros y de buena casta , les une un afan ciego por la monteria , tienen buenos perros y ganas de seguir una tradiccion y un nombre de unas de las rehalas mejores de la provincia.
    La foto del perro solamente tienen una palabra impresionante , lastima lo del perro que me costa ya que son muy amigos mio y perder un perro asi pues yo le he vivido y ............ en fin , haber las cosas que pasan.
    Saludos . Antonio Aguilera

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  2. Espectacular la foto y triste historia,que además se repite con màs frecuencia de lo que ninguno quisiéramos.
    Ánimo a Rafa y a Calixto y a seguir como van.Este año vi a Calixto el dia de la nieve,jugarse el tipo para sacar sus perros de un atranque al salir de El Molinillo.
    Las pasamos canutas,pero esas cosas no se olvidan.
    Un abrazo
    Rafa Alcaide

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