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UNA REHALA

UNA REHALA

No hay verdadera montería sin perros. Cuando se montea de verdad, es decir, con todos los elementos que el caso requiere, y entre ellos, y en lugar preeminente, varias rehalas punteras, éstas lo van diciendo todo. Lo van diciendo todo al que sabe escuchar, que no es fácil. Si sabe escuchar, aunque le haya tocado un puesto en que, por mala suerte, no haya tenido vista sobre el terreno, se habrá podido dar perfecta cuenta -siempre y cuando los perros sean de calidad- de todo cuanto ha sucedido en el día. Desde la hora en que se soltó hasta en la que se terminó la batida: de si ha habido interés o no, de si se ha tirado bien o mal, de si la caza ha corrido en dirección que convenía, de si se ha vuelto o de si no ha salido. En fin, de todo se habrá enterado y bien poco será lo que le puedan contar los que han tenido la suerte de presenciar el conjunto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

EL PERRO DE REHALA

EL PERRO DE REHALA

El buen perro de rehala, sea cualquiera su clase, desde el puro podenco envelado y peliduro al de padres desconocidos y tipo inverosímil -que los dos pueden ser de punta-, requiere, entre otras, las siguientes características principales: fuerza, coraje, perseverancia, vientos y dicha. A cuál de ellas mas importantes, y si no las reúne es un perro incompleto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

martes, 14 de diciembre de 2010

Loma del Caballero (Montoro, Córdoba)

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Otro año más, acudí a la llamada de Esteban para ir de secretario (fedatario, como gusta llamarlo a él) a esta bonita finca del Valle de los Pedroches. Me lo propuso mi amigo Joaquín hace ya unas cuantas temporadas, y siempre que tengo ocasión me gusta asistir. Hacían falta aficionados que actuaran de ojos de la propiedad en cada postura, y no solo eso, sino que además fueran capaces de valorar junto al montero los imponentes trofeos que suelen pasar por cada puesto, ayudándole así a completar el cupo de la forma más satisfactoria.

Desgraciadamente la niebla y la lluvia no cesaron en todo el día.

No todo el mundo es capaz de realizar esta labor y es que es mucha la responsabilidad que recae en un fedatario, ya sea por parte de la propiedad como, si es requerida, por el montero al que se le acompaña. En los distintos años que he asistido, he tenido la suerte de disfrutar de puestos ciertamente memorables que guardo en la memoria como si hubiera sido yo el protagonista de los lances.

Muchos son los años que Enrique Roa lleva el frente de Monteros de las Juntas.

Un año más tocaba agua, desde hace unos días lo venia avisando internet. Como de costumbre, los americanos del NOAA acertaron, para la desgracia de los que nos tocaba estar debajo de un chaparro prismáticos en mano. Cuanto se desluce una montería de esta categoría y expectación con el agua, por otro lado, falta le hacia al campo después del calor veraniego.

Atravesao de la rehala de Angelillo (divisa bandera nacional y goma naranja).

Monteros de las Juntas, capitaneados por Enrique Roa, se encargaría de organizar el tinglao. Son muchos los años que este grupo jienense ha echado ya esta montería, y así lo demuestra la agilidad y rapidez con que se desarrolla todo. Después de unas migas, el sorteo de los casi veinte puestos dio paso a las advertencias y al rezo. Tras un par de años repitiendo montero y postura, este año acompañaría a una familia manchega al número dos del Colmenar.

Croquis de las armadas y las diferentes sueltas.

Varias rehalas conocidas entre las presentes, en su mayoría jienenses y alguna del norte de la provincia de Córdoba. Allí estuvieron, entre otros, los podencos berrendos de la rehala Jarota, la rehala de Angelillo o la de Perico. Son muchas las reses que alberga esta finca y es necesario organizar bien las sueltas pues tienden a juntarse en pelotas y refugiarse en los altos.

Detalle presente en el camión de la rehala Jarota de Villanueva de Córdoba.

El puesto, bastante corto y muy complicado. Un regajo junto al camino, rodeado de varios testeritos poblados de chaparros que permitían ver, con suerte, únicamente las patas de las reses. La niebla, abundante durante todo el día, dificulto en demasía el disfrute del puesto en una finca de tal categoría. Reses vimos bastantes, pero ciertamente en muy malas condiciones para poder valorarlas adecuadamente. Con la lluvia y la niebla hasta se coló un marrano sin poder tirarlo. Finalmente cobraron un venao bonito pero lejos de los pavos que más tarde pudimos contemplar en el cemento.

Remolque de rehalas Perico.

Después de indicar al postor la ubicación del bicho, volvimos al cortijo buscando el calor del chubesqui, y es que la mojá que nos había caído era menuda. Momento de preguntar a unos y a otros mientras un buen potaje nos recuperaba del diíta de agua y niebla. Joaquín, como de costumbre, completó un puestazo junto a la familia Peláez. En el puesto de Manuel, con menos suerte, se cobro uno venao bueno y no encontraron otro que se fue pinchado.

Impresionante la imagen de los remolques cargados de reses.

Poco tardaron en ir llegando los remolques repletos de reses. Las cuernas sobresalían por cada esquina observándose palmas de auténtica categoría. El run run entre los monteros presentes delataba que a pesar del mal día la montería había vuelto a responder a las expectativas que año tras año genera esta fructuosa y agradecida dehesa de los Pedroches cordobeses. Magníficas dos primeras líneas de trofeos, con más de una docena de medallas, y una media general muy seria. Nuevo éxito de Monteros de las Juntas en uno de los grandes atractivos de su programa.

La lluvia cesó para que los monteros posaran junto a sus trofeos.

1 comentario:

  1. Montería de postín, la pena el día de agua que no ceso mientras se cazo y la niebla todavia peor, pero como siempre pasa en esta finca el conjunto de la montería de escandalo, por calidad y cantidad. Que pena que la niebla no dejara valorar y seleccionar la calidad de venados que tiene la finca, que siempre se dejan ver por todos los puestos, esperamos que para 2.011 nos acompañe el tiempo, pues yo no me la pierdo. Después de siete años cazandola y lo dificil que es matar un trofeo medalla en montería, que nada tiene que ver con abatirlo en rececho, puede decir que en esta finca se matan todos los años varias medallas. Mi reconocimiento a propiedad, organica, federatarios, postores, rehalas, arrieros y toda la demás gente que gestiona esta finca, por conseguir la calidad de trofeos que mantienen cada año, y desear que este año que sea mejor que el pasado. Saludos y hasta Octubre.

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