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UNA REHALA

UNA REHALA

No hay verdadera montería sin perros. Cuando se montea de verdad, es decir, con todos los elementos que el caso requiere, y entre ellos, y en lugar preeminente, varias rehalas punteras, éstas lo van diciendo todo. Lo van diciendo todo al que sabe escuchar, que no es fácil. Si sabe escuchar, aunque le haya tocado un puesto en que, por mala suerte, no haya tenido vista sobre el terreno, se habrá podido dar perfecta cuenta -siempre y cuando los perros sean de calidad- de todo cuanto ha sucedido en el día. Desde la hora en que se soltó hasta en la que se terminó la batida: de si ha habido interés o no, de si se ha tirado bien o mal, de si la caza ha corrido en dirección que convenía, de si se ha vuelto o de si no ha salido. En fin, de todo se habrá enterado y bien poco será lo que le puedan contar los que han tenido la suerte de presenciar el conjunto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

EL PERRO DE REHALA

EL PERRO DE REHALA

El buen perro de rehala, sea cualquiera su clase, desde el puro podenco envelado y peliduro al de padres desconocidos y tipo inverosímil -que los dos pueden ser de punta-, requiere, entre otras, las siguientes características principales: fuerza, coraje, perseverancia, vientos y dicha. A cuál de ellas mas importantes, y si no las reúne es un perro incompleto.

Veinte Años de Caza Mayor. Conde de Yebes.

miércoles, 25 de enero de 2012

XXI Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza Ibérica. FECIEX 2011 (Badajoz)


El fin de semana se presentaba estresadamente completo, parece que los que deciden las fechas de las ferias están peleados o es que quieren poner a prueba su poder de convocatoria. La cuestión fue que el tercer fin de semana de Septiembre se acumulaban unas pocas de ferias cinegéticas y concentraciones de rehalas. Tras una sopesada organización del fin de semana todo quedó en: jueves y viernes cerquita de la oficina, aquí en Badajoz (FECIEX), sábado madrugón y visita a la que fue durante dos años mi casa de lunes a viernes, Ciudad Real (FERCATUR) y domingo excursión a tierras abulenses, concretamente a Santa María del Berrocal (BERROCAZA).

Cartel de la edición vigésimo primera de FECIEX.

Cuando me iba enterando de fechas pensé que sería casi imposible estar en tanto evento a la vez pero las incesantes llamadas de Borland y Feijoo por un lado y Ricardín, Agustín y Laura por otro, se llevaron el gato al agua consiguiendo que el sábado lo pasara con unos y el domingo con otros. A FECIEX no podía faltar pues difícil seria tener mejor oportunidad que la de este año viviendo en Badajoz.

Vista de uno de los pasillos de FECIEX el viernes por la tarde.

De esta manera, jueves y viernes al cerrar el chiringuito (la oficina) me acerqué a IFEBA a dar una vuelta y conocer una feria de caza, como es FECIEX, desconocida para mí. Una comunidad como lo es Extremadura, montera como sus vecinas Andalucía y La Mancha, debe tener una feria potente y con esa ilusión me presenté allí en el recinto ferial de la carretera de Portugal. Aparte de lo que nos podemos encontrar en otras ferias de sector, iba buscando lo que me atrae de toda feria de este carácter: Libros de caza, guarnicionerías y como no, los perros de la zona.

En el stand de la Federación Extremeña de Recovas me hice con esta antigua revista.

El sabor añejo y auténtico que se puede vislumbrar en todo lo relacionado con la caza aquí en esta zona de Extremadura era uno de los elementos que deseaba encontrar reflejado en los stands de esta feria. A medida que fui recorriendo pasillos y diferenciando stands me fui dando cuenta que FECIEX era otra más, nada diferente, o sí, porque las exposiciones que cada año lucen dan un caché tremendo a esta feria pacense, pero poco más. La de este año dedicada a los 600 años de la industria armera en Éibar me resultó espectacular, y eso que no soy muy de armas.

Espectacular la exposición de este año en FECIEX.

El hecho de aprovechar los primeros días para visitarla me permitió recorrerla de punta a rabo sin los típicos entaponamientos de un sábado o un domingo. La situación económica del país provocó espacios vacios, como en cualquier feria o evento de este tipo. Esperemos que poco a poco lo cinegético vaya saliendo para adelante pues no es solo el gremio en si el que lo padece sino que hay miles de subsectores que indirectamente sobreviven gracias a la caza.

Entrada al recinto de IFEBA.

Desgraciadamente jueves y viernes no eran los días de los perros, de las recovas y únicamente pude ver en los exteriores del recinto una par de rehalas mal contadas y de lejos nada parecido a lo que me hubiera gustado encontrarme. Iba ilusionado con topar con esos famosos naveños que tanto presumen la gente de Los Ibores y Las Villuercas y que tantas ganas tengo de conocer. Con la buena fama que poseen por la zona de Extremadura, una lástima que no hubiera estos primeros días en la feria ninguna recova compuesta por estos mastines alijeraos tan típicos en Badajoz y Cáceres.

Aspecto de las jaulas de las rehalas el viernes por la tarde.

Poco más que resaltar, como mucho admitir que me esperaba un poquitín más de la feria pero tambien he de admitir que jueves y viernes de una feria de caza suelen ser días un tanto flojetes, aunque un tanto me extrañó que el viernes por la tarde no hubiera un poco más de meneo, sobretodo en la cafeteria que suele ser punto de reunion de toda feria de este tipo al salir de trabajar el viernes.

Me imagino que durante el fin de semana FECIEX aumentó el número de visitas.

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